La correa de distribución es una de las piezas fundamentales dentro del motor de un vehículo. Cambiarla en el momento adecuado es crucial para evitar daños severos en el motor y gastos de reparación muy elevados.
La función principal de la correa de distribución es conectar el cigüeñal con el árbol de levas, logrando que las válvulas y los pistones se muevan de manera sincronizada.
Cuáles son los factores que afectan la vida útil de la correa
Condiciones de conducción. Conducir en zonas urbanas en las que se frena y arranca frecuentemente puede causar más desgaste en la correa en comparación con la conducción en carretera.
Mantenimiento. Un mantenimiento adecuado del motor y de los componentes relacionados puede ayudar a extender la vida útil de la correa de distribución.
Calidad de la correa. Las correas de mayor calidad suelen tener una mayor duración. Es importante elegir una correa que cumpla con las especificaciones del fabricante del vehículo.
Clima. Las temperaturas extremas, ya sean muy altas o muy bajas, pueden afectar la elasticidad y resistencia de la correa de distribución.
Cada cuánto se cambia la correa de distribución del auto
El intervalo de tiempo en que se debe cambiar la correa de distribución depende de diversos factores incluyendo el modelo del auto, el tipo de motor y las condiciones de uso. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes de automóviles sugieren realizar el cambio de la correa de distribución entre los 60.000 y 100.000 kilómetros recorridos, o cada cinco años, lo que ocurre primero.
Qué pasa si no se cambia la correa a tiempo
No cambiar la correa de distribución a tiempo puede tener consecuencias graves para el motor. La correa puede romperse, lo que causaría un daño significativo a las válvulas, pistones y otras partes del motor. Este tipo de daño puede resultar en reparaciones muy caras, a menudo mucho más que el simple reemplazo preventivo de la correa.
Cómo darse cuenta que la correa de distribución necesita un cambio
Estar atento a ciertos signos de desgaste puede ayudar a prevenir problemas mayores. Algunos de estos signos incluyen:
Ruido. Un ruido chirriante proveniente del motor podría ser indicio de que la correa está desgastada.
Vibraciones. Si el motor presenta vibraciones inusuales, esto podría indicar un problema con la correa de distribución.
Problemas al arrancar el motor. Si el vehículo tiene dificultad para ponerse en marcha, podría ser un síntoma de una correa desgastada o desajustada.
Desgaste visible. Inspeccionar la correa visualmente puede revelar grietas, desgaste irregular o pérdida de material, indicativos de que es hora de reemplazarla.